viernes, 31 de agosto de 2007

Cataratas de Iguazú

En la confluencia del Paraguay, la Argentina y el Brasil el protagonista indiscutible es el agua. Aunque el contrabando de mercaderías le hace gran competencia, no puede con el poder de los ríos Paraná e Iguazú, ni con la espectacularidad de las casacadas más famosas del continente ni con la desconcertante presa de Itaipú, la mayor del mundo.

Las cataratas en sí son una de las mayores atracciones turísticas de toda la Argentina y de todo el Brasil, así que son palabras mayores!


Entrando la parque con la burra

Con el grupo el campo de trabajo y como colofón a tantas historias vividas, nos acercamos al Brasil ( así, como el que no quiere la cosa) a ver las famosísimas cataratas y, ya que estábamos, nos dimos un pequeno homenaje en forma de paseo en barco por sus cercanías, tan cercanos vaya que nuestro capitán-Terminator nos banó bajo ellas, un paseo muy bueno que nos dejó empapados por la belleza del lugar.
El tránsito a pie es menos emocionante pero permite disfrutar con más calma esta belleza natural. La impresionante falla de 80 m. de altura que que separa los cursos del alto y bajo Iguazú ( agua grande en Guaraní) sirve de trampolín para una cantidad enorme de agua que crea un increíble espectáculo para la vista y los oídos, uno de los lugares más lindos de estos lares.


Al salir el sol uno tiene la sensación de estar en el paraíso

Tras una tremenda farra de despedida, que será recordada tanto por nosotros como por el personal del hotel, tocaron de nuevo las despedidas y a mi, me tocaba proseguir mi singladura en solitario de nuevo con la bici. Me acerco a Puerto Iguazú ( Argentina), partiendo de Ciudad del Este ( Paraguay) y tras travesar Foz de Iguaçu ( Brasil), 3 países y 4 puestos fronterizos en sólo hora y media de bici, todo un récord!

Mi intención es colarme al parque y dormir dentro, aprovechando para recorrerlo en luna llena y ver la salida del sol sobre los saltos, pero en Iguazú tienen caladísimo al ciclista. Divisado desde la lejanía sale a mi encuentro un guardaparque que, antes de darme las buenas tardes, me recuerda que está prohibidísisimo dormir dentro. No queda otra que hacer los paseos con luna, usease visita nocturna de pago.

Mimi asediada por un impetuoso coatí


Desde mi campamento, sito ilegalmente a sólo 5 km. de las cataratas, oigo el rugido del agua precipitarse, un bramido ronco y potente que me recuerda la visión que me espera. Llegó el momento, a medida que uno va acercándose al lugar crece la emoción y se van despertando los sentidos. La vegetación va densificándose hasta convertirse en cerrada selva, el atronador sonido del agua se ve ahora acompanado por los cantos de cientos de aves invisibles, la humedad se apoderó hace ya un buen rato de la atmósfera pero uno no quita el ojo del cielo, las jugetonas nubes se divierten tapando y destapando la esfera lunar y está próximo ya el momento en que necesitaremos su luz.

El trenecito que nos lleva hace su última parada y enfilamos ya la pasarela que nos permite caminar sobre las aguas del río Iguazú, tremendamente calmadas, ajenas a su propio destino saltarín. El tranquilo fluir del caudal genera una cadenciosa música que ahoga el bramido cataratil que, ahora que estoy tan cerca, se ha echo imperceptible. Por encima de unas enormes palmeras se eleva una fantasmagórica nube de vapor, el impacto del agua es de tal violencia que la espuma se volatiza, creando una niebla perpétua a los pies de la catarata.


El poderoso salto Bossetti

A pesar de tantos anuncios, el primer contacto visual con la Garganta del Diablo es espeluznante. Las mansas aguas del río desaparecen, literalmente, en un abismo sin fondo desde mi punto de vista y de ellas no queda más rastro que estruendos y vapores. El viejo temor de los marinos medievales de enfrentar el fin del océano tiene aquí una representación física inmejorable. El viento mece a su voluntad las nubes y se combinan momentos de gran claridad con otros más tenebrosos, el mismo viento nos regala ráfagas del mismo agua que miramos embobados, el espectáculo es realmente digno de ser vivido.
Por desgracia no os puedo hacer partícipes del mismo con fotografías,mi cámara no da para estos trotes nocturnos...


Aunque tube mal tiempo, las nubes permiten visiones como esta, justo encima del salto

Mi grupo se fué, llegó la última visita de la noche y con ellos me tocó retirarme, los guardaparques me tenían más que calado y tube que abandonar mi idea de ver el amanecer.
Tampoco hubiera visto nada porque el día despertó bien nublado, los guardaparques descubrieron mi campamento y no hubo más remedio que moverse. De nuevo al Parque, claro!
Una lástima el mal tiempo, uno echa de menos unos buenos rayos solares que, reflejados en el vapor ofrecen un magnífico arco iris del que sólo disfruté 30 segundos. La parte argentina permite pasear muy cerca del agua, ver los saltos desde arriba y pasear a sus pies, siempre rodeado de una verdísima selva donde se pueden contemplar los magníficos Tucanes o los Coaties, tan monos como mangis, cuando hay papeo de por medio. Por suerte o por desgracia, no me topé con ningún Jaguar o Puma que corretean libres por ahí y que en el 97 se zamparon al hijo de un guardaparque, glups!

Cuando no perdonó el tiempo fue cuando pillé la bici para salir del parque, uno de los peores aguaceros ciclistas en mucho mucho tiempo! Con las pestanas petrificadas por el barro hice mi entrada, nada triumfal, al Brasil, sexto país de la travesía ciclista aunque, no nos enganemos, no voy a recorrer casi nada, es enorme! Lo que no me quiero perder es el Pantanal, una de las reservas faunísticas más importantes del planeta, a ver que tal.




Empapado pero contento, con mi nueva camiseta ( gracias Rebe!)


martes, 28 de agosto de 2007

Los niños de Tavapy

Hacia ya un tiempo que no os escribía unas lineas, ya se sabe que Agosto es mes de vacaciones, y algunos sabréis ya que yo, por llevar la contraria, me fuí a "currar" a un campo de trabajo. La questión es que mi hermana Mimi se iba a pasar el mes ayudando en una pequeña comunidad del norte Paraguayo y yo, aprovechando que estaba "sólo" a tres días de bus de allá, decidí ir a verla; sin avisar, claro!
Imaginad pues la sorpresa que se llevó cuando aparecí, bien entrada la noche, sobre mi montura negra en ese punto perdido que ni aparece en los mapas. No sólo me dió una calurosa bienvenida mi hermana sino el grupo entero, incluso me hicieron hueco en la cama comunitaria, y ya éramos 9!
Lorena con su mamá, Librada. Una de las famílias que más nos ayudó y que nos trató de lujo!
La faena consistía en construir una aula nueva en la escuela, para ello se había desalojado a los niños a la capilla y las dos clases se convirtieron en hogar de los voluntarios y de los obreros. Del campo de trabajo en sí y de mis compañeros ya os comentaré más adelante, ahora vamos a hablar de los niños de Tavapy. En total son cerca de 60 los chicos que acuden a diario a la escuela, se dividen en turnos de mañana y tarde y, por ejemplo, en el turno de mañana hay 4 cursos para dos profesores y dos aulas... Que dius que qué? pues eso, en la misma aula se mezclan dos grupos y un sólo profesor que primero explica a un grupo y les pone tareas y mientras los unos curran los otros escuchan. Parece un lío pero también parece que funciona.

Los chicos en la nueva aula, saludando al personal

Como ya había tenido ocasión de comprobar, los niños de estos lares son magníficos, nada que ver con el demoniete que fuí en su día. Niños que no conocen el significado de la palabra "bulling", ni vacilan de superconsolas, chicos que juegan a futbol con las chicas, enanos de 6 años meten el pie a los de 12 y todos tan contentos, niños que regalan sonrisas por doquier y que sin maldad alguna son capaces de robar los corazones de los que comparten su tiempo con ellos.


La fiesta de despedida, preciosa danza y aún más preciosa chiperita!

Existe una barrera linguística grande, el Guaraní no se parece demasiado al español ( en nada, vamos), y los niños de esta comunidad suelen expresarse en este idioma. Los hay que también hablan portugués ( por la proximidad con Brasil hay algunos inmigrantes) e incluso alemán ( Paraguay fue destino de algunos inmigrantes alemanes que conservan el idioma) aunque en realidad quien más quien menos se defendía con el Spanish.

El menda con algunos chicos: Antonio, Lorena, Richard, Elisenda y el del tejano, pos no me acuerdo...
Las actividades con los niños no se limitaban a los partidos de futbol ( por Dios como corren!), sino que que "aprendimos" a jugar a la tiquichuela ( consiste en lanzar una bolita al aire y antes de atraparla recoger del suelo otra, parece fácil pero...) que es algo así como el entretenimiento femenino, especialmente entretenido cuando ves a 8 españoles haciéndolo de pena ( si los niños se reían no os podéis imaginar las madres!).

Jugando a la carrera del borracho, se lo pasaron pipa!

También se prepararon actividades para ellos, Oscar dirigió magistralmente una representación teatral de nuestro Sant Jordi en la que nos reímos todos muchísimo, los chicos mismos se tunearon unas maderas en forma de espada, pintaron al dragón y se curraron las rosas y los disfraces, todo bajo la batuta de Aida y Eli. Intentamos enseñarles a hacer pizza con base de mandioca, un tubérculo insípido que es la base de su dieta, invento que no quedo nada mal para los gustos babilónicos, pero que no triumfó demasiado entre la canalla; eso sí, el mancharse hasta los codos amasando la mandioca+huevo+mantequilla sí les moló, sí.


Preparadas para interpretar al dragón de Sant Jordi, con las rosas que ellas mismas hicieron

También hubo tiempo para otros juegos "made in spain", pasamos una tarde entera ensayando el teatro, jugando al pañuelo, al "stop" e incluso montamos para ellos ( y pa nosotros!) una pequeña gincama para la fiesta e despedida.

Así de contentos y curiosos estaban los hijos de Saturnino en la matanza del Chancho....
En realidad los niños estubieron presentes en todo momento, ya fuera espiando el dormitar de los extranjeros ( empezaban clases a las 7, y no, nosotros no estábamos despiertos...), acompañándonos en las comidas ( Jorge se pasaba el día con nosotros), o simplemente jugando con una, observando a otro...

Ariel, el crack de Tavapy


Mirtaa, a parte de regalar sonrisas, también pintó el dragón "instruída" por Eli

Y todo fue bonito y de color de rosa? se preguntará alguno. No, claro que no. Pasarse el día rodeado de estas criaturas, que no dudan en reírse en tu cara ante nuestra inoperancia para sacar agua del pozo ( inoperancia que se podría generalizar a casi todo, igual que sus carcajadas), que se te cuelgan del brazo para columpiarse, que te vapulean jugando a la tiquichuela, ver a los más chiquitines llorar porque les asusta el barbudo, que te dejan sin aliento en el fútbol...acaba pasando factura y uno no reuerda jornada más triste que el día de partir.
Es muy probable que no vuelva a ver jamás a ninguno de estos chicos, es imposible que me olvide de ellos.

Myrian haciendo lo propio

Dejando el momento lagrimita, tubimos oportunidad de visitar otra comunidad, más humilde si cabe, en la que también deambulaban niños maravillosos. Se trataba de una comunidad indígena nómada, cambian de asentamiento cuando las condiciones de caza, pesca y recolección no dan más de sí. Hasta 3 o 4 famílias comparten un mismo techo, fabricado con ramas y por lo tanto no aislante de la lluvia, el mismo problema se encuentran en la "escuela" que no deja de ser un montaje esperpéntico a base de tablones y ramas, dónde el profesor acude, en teoría, tres veces por semana. La verdad es que su situación sí es realmente extrema.

Una de las criaturas de la comunidad indígena, con el bigote salpicado de bizcocho

Y estos dos angelitos son de la misma comunidad, les preparamos un buen desayuno!
Para no ir de simples observadores les preparamos un buen desayuno a base de cocido ( bebida caliente a base de leche, azúcar y mate) y mucho bizcocho que engullimos rápidamente. Aquí sí que la comunicación verbal era imposible y nos dedicamos a intercanviar sonrisas, miradas atónitas y algunas risas. Ante la dura realidad a la que nos enfrentamos, el grupo decidió que había que ayudar a estas criaturas y está en marcha el proyecto de comprar un techo de uralita para la escuela ( aquí cuando llueve, llueve fuerte) y se dejó material escolar en Paraguay que será entregado a esta y otras comunidades. Si hubiera algún interesado en colaborar ( cualquier colaboración vale) puede escribirme a mi o a mgarciab@xtec.net ( mail de mi hermana mimi, co-responsable del proyecto)


Freddy y Jorge, Tavapy