martes, 6 de noviembre de 2007

Cordillera Real y Valle del Zongo

Panorámica de la Cordillera Real desde el campamento base. A la dcha. la lata que hace de refugio

Y llegó el momento de partir, de volver a pedalear tras mucho tiempo de inactividad, de dejar atrás La Paz y afrontar nuevas rutas en esta segunda parte del viaje. Para empezar nada mejor que un poco de montaña, ya que estoy me pongo en serio y la cordillera Real es el escenario ideal. Con unos 200 km. de largo y cincuenta de ancho alberga algunos picos de más de 6000 metros ( como el Illimani, el Illampu o el Huayna Potosí), su cara sud se contempla desde el altiplano ( La Paz y el Lago Titicaca) a 3800 de altura y su cara norte desde los Yungas, a 1000, lo que convierte a las rutas Sud-Norte en los descensos más bestias del planeta, pero primero toca subir, claro!


El cementerio minero con el Huayna Potosí de guardián

Desde La Paz primero al Alto y en media hora uno está totalmente alejado de cualquier indicio de civilización, sólo roca y un paisaje montañoso cada vez más bello. Voy acercándome al Huayna Potosí, el 6000 más cercano a la ciudad, y su visión me va cautivando poco a poco... mi primera etapa concluye a sus pies, a 4.700 m., y no puedo dejar de informarme acerca de las condiciones para subir. Se necesita un guía y alquilar material de alta montaña y para una persona sola sale por un ojo de la cara. Así al día siguiente me conformo con subir al campo de altura ( 5.200) y admirar de más cerquita el pico y el circo glaciar. Por aquí se tendrían que acercar el amigo barbudo Don Mariano y su amiga Esperanzita y ver el espectacular regreso del glaciar, en 20 años perdió cerca del 25 % de su masa de hielo. Calentamiento global? cuentos xinos, si en Madrid sige haciendo frío!




Con la idea de la cumbre en la cabeza vuelvo para abajo, a la bici y al Valle del Zongo. Y eso que es? pues una de las bajadas a lo bestia que os decía, en hora y media bajé de los 4.800 a los 1800, aparte de la diversión que es avanzar sin esfuerzo es increíble ver como cambia la vegetación y la temperatura , de paisaje lunar rocoso a jungla, de un par de grados positivos a más de 20° con una humedad tremenda. En los primeros 4 km y medio más de 500 m. de desnivel, a saaaaco!

Y no bajé más porque se puso a llover, sino en media hora más me planto por debajo de los 1000. Increíble! no veas como duelen los dedos de frenar continuamente porque la pendiente es tan fuerte que uno corre el peligro de envalarse y, en alguna de las cientos de curvas de herradura, tomar un atajo demasiado rápido...


Vegetación selvática, cascadas...y yo aún con la chaqueta



Tras la anterior noche helada esta la paso calentito pero con la presencia demasiado cercana, para mi gusto, de cientos de insectos, entre ellos vi algún escorpión...




Para subir, no os engañaré, tomé una fragoneta, en la que nos acomodamos 20 tipos, todos de la zona y todos haciendome comentarios medio en castellano medio en Aymara, medio simpáticos medio sarcásticos, uno no sabe que pensar cuando le dicen: " te pareces al Che Guevara...por cierto, lo mataron acá en Bolivia!" y estallan las risas, y le siguen otros comentarios en la lengua milenaria, vete a saber...



Vuelvo a bajar en el campo base y voilá! hay una francesa-española, un alemán y una suiza que en un par de horas suben con un guía hacia el Huayna. Negocio un buen precio ( mucho menos de la mitad de lo que se suele pagar) y me uno a la expedición. Así, sin comerlo ni beberlo, me veo subiendo por el mismo sendero que ayer, ahora cargado con piolet, crampones, botas plásticas, arnés y cuerda, no sé muy bien dónde me estoy metiendo, mi experiencia en alta montaña con nieve se limita a las invernales en Amitges con Uri, Iván y Javi y por aquellos entonces el contenido de mi mochila era muy distinto...


El camino hacia el campo de altura es espectacular



Resumiendo, tras llegar al campo de altura nos instalamos, cenamos algo ( a las 6 de la tarde) y el guía me hace "5 céntims" de lo que me espera. Seran entre 5 y 6 horas de subida, esta se hace de noche (salimos a la una de la madrugada) porque sino la reverberación solar es demasiado fuerte, todo lo que queda es sobre nieve y hielo y aparte de caminar hay un par de palas a escalar. Que como se hace eso? No te preocupes español, me dice, mañana a las cuatro de la madrugada te lo explico...Tras una de las mejores puestas de sol del viaje, al sobre a dormitar un poco ( a esa altura cuesta) y enseguida suena el despertador, son las doce. Es sábado y pienso que si estubiera en casa sería la hora de la primera birra post-cena pero ahora toca desayunar y vestirse: dos pares de calcetines, pantalón térmico, pantalón de Sky, camiseta, dos jerseys y chaqueta. De complementos dobles guantes, gorro y las botas de nieve, pero sino me puedo ni mover!


Encordado, piolet en mano y la cumbre a la vista



Andando como el muñeco de Michelín, salimos fuera y la noche es magnífica, las estrellas lucen imponentes y parece que la Pachamama aprueba nuestro intento de conquistar su montaña. Puestos los crampones empezamos a pisar nieve y a ganar altura. Las primeras dos horas son tranquilas hasta que llegamos a la primera pala. Español, hay que clavar piolet y punta con los crampones. Ok, clavar el piolet y propulsarse hacia arriba es ( relativamente ) sencillo, pero para desclavarlo del hielo uno se deja el alma...
Cada vez más cansado ( es sólo mi tercer día de "acción" tras tres meses de vacaciones) se acerca la cumbre y el guía, un machista empedernido, no para de meternos miedo para intentar que Isabel ( la chica francesa-española) se baje. No lo consigue y afrontamos, ya con los primeros rayos solares, el último tramo, qué con la emoción de la meta ya cercana, se hace más liviana. Tras cinco horas y media pisamos cumbre, 6.088 metros!


A 6.088 metros, cumbre del Huayna Potosí. Nanu, te la dedico, t´hagués encantat!



Los primeros minutos restamos en silencio, a todos se nos caen las lagrimillas de emoción, y la contemplación del paisaje deja sin habla: toda la Cordillera, el Lago Titicaca, la ciudad de La Paz y el Alto, el volcán Sajama al fondo y el valle del Zongo cubierto de espesas nubes, y nosotros por encima de todo ello. Impresionante! Abrazos, felicitaciones y andando que es gerundio ( y que a pesar del sol, hace fresquito).La bajada la hacemos rápido, el calor aprieta muy fuerte y si la nieve se ablanda el avance se hará penoso, por eso hay prisa y no puedo sacar muchas fotos. Una lástima porque ahora puedo ver por donde subimos hace sólo unas horas, entre grietas de hielo azul y pasos realmente empinados.
En tres horas y media estamos a bajo del todo, comida y despedida con Ralf, Isabel e Isabela, últimas anécdotas de la escalada y cada uno para su lado.
Yo no quiero quedar ahí otra noche y aunque estoy cansado agarro de nuevo la bici y la cabra pal monte! Un puerto de más de 10 km por encima de los 5000 puede conmigo y a un kilómetro de la cumbre, rebentao tras 9 horas de pateo y dos de bici, veo un llanito que va fetén para plantar la tienda, jalo algo y bona nit 15 hores!




"Huyendo" de la Cordillera Real


A la mañanita siguiente temprano, trastos a la burra y en marcha, transito por unos valles espectaculares y totalmente salvajes, en las dos horas de ayer y las primeras 4 de hoy no veo un alma humana porque llamas haylas por doquier. Por fin llega la bajada, un pueblo, la carretera y vía libre hacia el Titicaca.Circulando por la parte de atrás del HuaynaLas llamas me acompañaron en la trans-cordillera

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggggg

Anónimo dijo...

que PAAAAAAAAAAAAAADRE