miércoles, 21 de febrero de 2007

Puerto Natales, Pre Torres del Paine


Qué bueno es poder decidir el destino del próximo mes de mi viaje sobre un cruce de caminos. Cuando me dirigía a Río Gallegos, Argentina por la Ruta 40 veo la intersección para ir a Puerto Natales, Chile antesala del parque Torres del Paine que tenía pensado visitar en mi regreso al norte; decido parar a comer mientras estudio mapas y opciones, qué diablos! hace buen tiempo y estoy cerca: me voy al Paine.
En casa, montar una caminata de 8 días llevaría tiempo e innumerables llamadas para concretar detalles; aquí decido ir hoy, mañana compro y empaqueto provisiones y parto al siguiente día. Entre medio me informan que se puede llegar al parque por una nueva carretera, todavía no abierta al público y que ahorra 80 km y la taquilla ( esta vez 30 eurazos). Así de nuevo al parque en bici del gratelo, esta vez sin nocturnidad pero siempre con alevosía cuando se trata de no pagar.

Queda algo de tiempo para disfrutar de Puerto Natales, una ciudad pequeña que es un verdadero hervidero de montañeros, goza de un emplazamiento precioso y unas calles y comercios horribles. Situada en un fiordo chiquito, rodeada de montañas y glaciares que escupen hielo al Pacífico sus calles son sucias, da la impresión de estar todo a medio hacer, se paga mucho por poco ( excepto el alojamiento), todo el mundo vende las mismas excursiones y el mapa y fotos de las Torres del Paine son omnipresentes.

Como siempre en estos sitios los mejores locales son de extranjeros, con un hotel ( Indigo) al estilo Oonns y algun barcillo apetecible, se agradecen los descansos en estos lugares.


Tras la ciudad, carrretera y manta. Me esperan 10 días llenos de actividad con más de 160 km. en bici y un par menos de la misma cantidad del pateo.

Me acerco al parque por la carretera nueva y me voy indignando, la carretera está terminada y no la abren, es más están re-asfaltando la vieja que da un enorme rodeo con 90 km superfluos. La nueva vía ha costado un ojo de la cara y parte del otro, con gran parte del recorrido cavado en la roca a base de dinamita lo que en el futuro imposibilitará, creo, que circulen por ella los cien buses que llegan a diario al parque y que cobran una fortuna por el desplazamiento. Como siempre un gran juego de intereses entre compañías de bus, gasolineras ( 100 buses diarios gastando la mitad de combustible no es negocio) y todos los restaurantes y tiendas que están en la carretera vieja. Entonces porqué construyeron y cerraron la calzada por la que transito? Imagino que mi indiscreta pregunta produce al menos una leve sonrisa en algún politicucho de Santiago mientras conduce su auto de lujo, del patillón a costa del presupuesto de obras públicas.

En fin, me toca disfrutar de este macizo del Paine y no de quejarme, no?

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