miércoles, 21 de febrero de 2007

Torres del Paine

Es el parque natural que recibe más visitantes de Sudamérica y, dicen, es el más bello de todos. La verdad es que combina magistralmente agua ( en todas sus formas: ríos, lagos, casacadas, glaciares, nieve), bosques y montañas muy diversas entre sí. Se dice que combina los lagos finlandeses, los glaciares antárticos y las montañas tibetanas en un espacio echo a medida del ser humano.







Existen varios recorridos a realizar y, ya que estamos, decido dar toda la vuelta al macizo, con incursiones a los valles; 125 km. Como yo no entro por el mismo sitio que los demás, he de realizar una "etapa-enganche" de 18 km tanto al inicio como al fin. Uséase unos 161 km. del pateo que termino, bastante dignamente, en 8 días.



Los icebergs en el Lago Grey son la crema

Es divertido comprobar las diferentes reacciones de las diferentes partes de uno mismo. Por ejemplo podéis imaginar el mareo que se agarraron los pies sólo conocer el recorrido a realizar y es que ya preveían ( y con razón) que les esperaba una buena paliza. Algo mejor responden las piernas aunque cambiaron su habitual color tostadito y su aspecto tonificado de "buen ciclista" ( modestia aparte) por un rojo irritación y aspecto rollizo gracias a mis queridísimos mosquitos.




El imponente macizo del Paine


La que llevó peor el paseo fue la espalda; el cabreo que agarró cuando vió el tamaño de la mochila sólo es comparable al que pilló después cuando comprobó que había dejado la colchoneta que va bajo el saco y que tocaba dormir sobre el suelo más de una semana. Y es que la verdad tengo especial aprecio a mi estómago, y para que este disfrutara de copiosas comidas y ricos aperitivos a toda hora necesitaba el espacio; uno siempre tiene sus favoritos, no?


La vista por supuesto está encantada, se deleitó de inmejorables paisajes aunque le extraña que esté sacando fotos todo el día, no entiende el porqué; yo sé que a mi memoria le vendrán muy bien cuando toque explicaros con más detalles la excursioncita.



El desgarro del glaciar Grey es un espectáculo sonoro y visual


Donde sí hubo enfado generalizado fue cuando el despertador sonó un día a las cinco y media de la madrugada; medio sonámbulo subí por espacio de una hora un empinadísimo pedregal (que había escalado y descendido sólo 8 horas antes) la verdad es que ni mi alma sabía bien que pasaba. Una vez arriba del mirador de las Torres del Paine, la salida del sol tiñendo el granito es una respuesta más que contundente para cada una de mis partes.

2 comentarios:

CARMINA dijo...

Aqui tu hermana "pequena".Tengo varias quejas repecto a tu blog. Necesito leer tus vivencias mas a menudo porque despues de un dia entero trabajando como una condenada por 4 perras me apetece reirme un rato. Por cierto, mis companeros de piso se han viciado a tus escritos.Quiero mas fotos donde salgas tu y sobretodo tus companeros/as temporales de viaje.Por cierto, envia tu blog a revistas que tu y todos los Baquero nos hacemos de oro y mientras tu haces km y km yo estare tumbada viendo una bonita puesta de sol, con mojito en mano, en las bellas islas Fidji. Te hecho de menos aunque parezca increible

Unknown dijo...

hola jaimito la verdad es que me da una embidia lo bien que te lo estas `pasando por america y ya me gustaria estar alla y disfrutor todas esa mara villas, espero que vuelvas pronto que te hechamos cde menos un beso